Sí caramba! Como dijo el guía en el faro Colón recinto donde al parecer se encuentran los huesitos del descubridor de América Cristóbal Colón. Caramba era el lugar del barco donde mandaban a todos aquellos que no querían ver mucho en la tripulación. Aquí en dominicana recordé a alguien que muchas veces he pensado mandar al Caramba, me divierte ese caramba...
El destino me ha traído a este lindo país lleno de colorido; el colorido más hermoso y significativo es su gente, estos dominicanos llenos de voz alarida, esa voz que en momentos envido y que en otros trato de controlar sin razón, oyendo cuando hablan un merengue de murmullo, o una bachata de discusión. Hermoso Santo Domingo ciudad de contrastes y colores, admiración por la capacidad intelectual de su gente.
Amigo dominicano, amiga Republica Dominicana confidente de mi sentir, alarido de tranquilidad, agradecida estoy con ustedes por estos momentos de compartir dejando un trocito de mi vida y sentir. Bibliotecas de un caribe que con esmero y cuidado se han formado representadas por nobles amantes del conocimiento que han querido organizarlas, compañeros bibliotecarios atentos siempre en su actividad reconociendo su entusiasmo e iniciativa para dar.
Hombre dominicano de raza fina, porte elegante y guapetón, no tomen lo guapetón por lo que conocen, si no por coqueto y conquistador. Mujer dominicana tan hermosa y de fino porte su elegancia en el porte se ve su distinción.
Miren aquí una mexicanita que acabamos de conocer dijo una dama del grupo de sociedad o fundación en una función en el teatro nacional. ¡A caramba pensé! ¿Qué cosa soy? Sí, una mexicanita que llego casi con Colón; aplausos al por mayor escuche en esa función, es un concierto u otro tipo de presentación, excúsalos dijo mi compañero, pero el merengue es lo de aquí, no importa eso lo que importa es que estoy aquí esa fue mi reflexión.
En este pequeño documento agradezco mucho allá arriba estos momentos que me permita colocar un pequeño mensaje con el corazón a este lugar de bachata, yuca, mofongo y largo malecón.
El destino me ha traído a este lindo país lleno de colorido; el colorido más hermoso y significativo es su gente, estos dominicanos llenos de voz alarida, esa voz que en momentos envido y que en otros trato de controlar sin razón, oyendo cuando hablan un merengue de murmullo, o una bachata de discusión. Hermoso Santo Domingo ciudad de contrastes y colores, admiración por la capacidad intelectual de su gente.
Amigo dominicano, amiga Republica Dominicana confidente de mi sentir, alarido de tranquilidad, agradecida estoy con ustedes por estos momentos de compartir dejando un trocito de mi vida y sentir. Bibliotecas de un caribe que con esmero y cuidado se han formado representadas por nobles amantes del conocimiento que han querido organizarlas, compañeros bibliotecarios atentos siempre en su actividad reconociendo su entusiasmo e iniciativa para dar.
Hombre dominicano de raza fina, porte elegante y guapetón, no tomen lo guapetón por lo que conocen, si no por coqueto y conquistador. Mujer dominicana tan hermosa y de fino porte su elegancia en el porte se ve su distinción.
Miren aquí una mexicanita que acabamos de conocer dijo una dama del grupo de sociedad o fundación en una función en el teatro nacional. ¡A caramba pensé! ¿Qué cosa soy? Sí, una mexicanita que llego casi con Colón; aplausos al por mayor escuche en esa función, es un concierto u otro tipo de presentación, excúsalos dijo mi compañero, pero el merengue es lo de aquí, no importa eso lo que importa es que estoy aquí esa fue mi reflexión.
En este pequeño documento agradezco mucho allá arriba estos momentos que me permita colocar un pequeño mensaje con el corazón a este lugar de bachata, yuca, mofongo y largo malecón.
